“Javier Milei arranca con un programa de cambio muy radical, una definición fundacional o refundacional para su gobierno. Peo en este momento tiene dos inconvenientes dramáticos”. La advertencia es del sociólogo Marcos Novaro, en una primera aproximación al arribo del líder de La Libertad Avanza a la Casa Rosada.
Según el especialista, esos contratiempos son “las enormes urgencias que tiene que atender de todo tipo y después los escasísimos recursos con que cuenta”. “Es un presidente donde la proporción entre ambiciones y recursos es más marcada que en otros. También ese es un rasgo muy propio de los presidentes argentinos: su voluntarismo, su desmesura; pero bueno, digamos que este es un presidente que abunda en esa tendencia a niveles muy extremos”.
“Me parece que en el proceso de instalación de todos modos se ha adaptado bastante más de lo esperado a un enfoque más pragmático de su misión, no por eso ha abandonado las aspiraciones refundacionales, sino que los instrumentos que está buscando para darle alguna viabilidad a ese programa son más ajustados a las posibilidades de lo que uno podía pensar atendiendo a su campaña y eso no deja de ser bueno”, enfatizó Novaro. “Me parece que ese proceso de creciente realismo en la evaluación de la situación y de las posibilidades y de los recursos tiene mucho para avanzar y tiene por lo menos dos o tres frentes, diría, que lo van a obligar a acomodarse, a buscar algún tipo de transacción con la realidad”, se explayó.
Vaticinó que Milei tendrá contratiempos en el Congreso. “Ya se ha visto que tiene dificultades para hacer pie. Su aspiración de crear una coalición más amplia con sectores del PRO y sectores peronistas no prosperó y puede entrar en una espiral de confrontación, pero si eso se evita va a tener que ajustarse a una negociación porque él finalmente tiene recursos, tiene recursos presupuestarios porque va a poder manejar los gastos nacionales con mucha discrecionalidad. Esto, gracias a que no presenta proyecto de presupuesto nuevo sino que revalida el del año que termina”, amplió. Y desarrolló aún más su evaluación: “Eso le da mucho margen, tiene que remontar una minoría parlamentaria muy chica y además un cuadro de fragmentación que lo complica, primero porque esa fragmentación ha dejado en un primer plano la bancada del peronismo que es la única que se mantiene unida y que tiene un peso mucho mayor que todas las demás, y por otro lado porque esa fragmentación multiplica los interlocutores. Entonces no está muy claro con quién tiene que negociar; va a buscar negociar con (Cristian) Ritondo, con las facciones que componen el PRO, con los gobernadores para que influyan sobre los legisladores. Ahí hay una competencia de muchos voceros que dicen tener el control de los diputados y no está claro quién los tiene, eso es muy complicado”.
Más allá de las negociaciones en el Congreso y con los mandatarios provinciales, Novaro consideró que el Presidente deberá prestar atención a lo que suceda en las calles. “Me parece que ya hay un desafío planteado por piqueteros, por sectores de izquierda, por kirchneristas duros que van a ocupar la calle y que van a desafiarlo desde el principio y tratar de batallar con este asunto de que el ajuste no es necesario, que el ajuste es una decisión ideológica, política y evitable. Me parece que eso le va a dar más legitimidad al peronismo, le permite al peronismo decir que no entregaron un país en ruinas, sino que esa es una excusa que se está usando para profundizar el ajuste”, sostuvo.
El sociólogo indagó sobre otro punto al que Milei deberá dedicarse: el control del aparato estatal. “El equipo tan pequeño de Milei; es muy superficial el control que puede ejercer sobre los ministerios, las reparticiones públicas que están plagadas de empleados públicos que son en realidad representantes de una facción política, son los personeros que hacen que el Estado argentino sea un botín del peronismo y del kirchnerismo en particular. No es un aparato público realmente; es un instrumento de poder del kirchnerismo y del peronismo en un sentido más amplio”, alertó.
Esta situación, según Novaro, muestra otro problema del país. “Hay que volver a construir un Estado en Argentina. Milei, que tiene una concepción antiestatal, va a tener que remar en contra de sus convicciones para construir algo parecido a un Estado, a una autoridad pública, si no su programa no va a poder avanzar”, dijo.